3 Accidentes graves realizando trabajos verticales y en cubiertas al inicio del 2022

Lamentablemente hemos empezado el año de la peor manera posible, con la triste noticia de que algún compañero ha perdido la vida o se ha accidentado con consecuencias graves. Estos accidentes han ocurrido en Madrid, Toledo y Tarragona.

Esto debiera llevarnos a realizar una profunda reflexión a todos los profesionales que formamos parte del gremio de los trabajos verticales o realizamos tareas en altura y estamos expuestos a un riesgo importante de sufrir una caída en altura, que en el mejor de los casos nos provocará graves lesiones y en el peor, la muerte. Y del que ninguno estamos libre.

Poco se sabe aún de las causas de estos desgraciados sucesos, hasta la fecha, si se han debido a un descuido, una negligencia, la intervención de un tercero mal intencionado o simplemente su evitación estaba fuera de cualquier control o evaluación previa.

Pero aun así, a mi al menos me hace reflexionar y hacerme preguntas:

• ¿Estaremos identificando adecuadamente los riesgos existentes?
• ¿Tomamos las medidas de control adecuadas y su evaluación?
• ¿Está nuestro personal formado lo suficiente?
• ¿Dedicamos el tiempo necesario a planificar y clarificar la manera de ejecutar los trabajos?

Creo que es vital ser absolutamente sincero y humilde respecto a las respuestas que nos damos. Pues esto realmente determinará el nivel de riesgo que asumimos e incidirá radicalmente en la siniestralidad de nuestros equipos.

Y sí, es cierto, todos nos movemos en un mercado competitivo, muy competitivo, donde todo es urgente y donde aplicar una política de seguridad y salud severa, muchas veces parece que pudiera contravenir la rentabilidad u operatividad del negocio y es muy fácil caer en la tentación de “solo por esta vez” y poder rebajar un poco esa exigencia.

Poco importa si cuando te autoevalúas tu respuesta es NO, al menos nuestra experiencia nos ha enseñado que lo importante es hacerse esas preguntas cada vez que te enfrentas a tu trabajo diario, ya seas técnico, encargado o jefe, porque solo así, te autoimpondrás la mejora continua y usarás toda tu capacidad para que tu política y procedimientos de seguridad se adapten a tu día a día.

Mucho ha llovido de los primeros trabajos del que escribe y los inicios de Descuelgue, cuando pensaba que con la última trepada del fin de semana, ya estaba más que capacitado.

Aunque hoy nuestro estándar de seguridad y calidad, nuestra experiencia y conocimientos adquiridos es mucho más alto, siempre hay alguna situación en el día a día en la que todos seguimos pasando cosas por alto.

Por eso mi respuesta siempre ha sido ¡NO! ¡Aún se puede mejorar!

Hoy todos somos super buenos, ¡la seguridad es lo primero! decimos todos y en definitiva todos somos la leche, y no son pocos los que se autocomplacen diciendo si! Lo hacemos todo muy bien y bla, bla, bla…

Yo en particular suelo alucinar cuando veo como se publicitan otros “compañeros” o hablas con algún que otro profesional, y pienso… vaya! ¿solo a mí me falta tiempo y me martillea mi cabeza con medidas nuevas que puedo implementar?

En Descuelgue hacemos trabajos suspendidos por cuerdas y realizamos trabajos a veces muy complejos técnicamente en lugares donde el acceso, el entorno e incluso la climatología son muy desfavorables, pero los que más me inquietan de todos, siguen siendo las cubiertas a dos aguas sin ningún elemento al que amarrarte, la obrita rápida o el canalón atascado. Las obras que me tocaba hacer esos lunes en que “lo sabía todo”.

Por suerte para todos, ya quedan lejos esos años en los que el material disponible solía ser escaso o se usaba el deportivo, cuando ser escalador era suficiente y el casco de cobardes, pero hoy veo que teniendo más medios, mas conocimientos y de manera más accesible y abierta, nuestra falta de celo y respeto al trabajo se enmascara tras un certificado obtenido incluso online, el creer que darle una cuerda, un casco y un arnés a un chico ya es suficiente para evitar un accidente o que con el cursito acorde a… y que el chaval sea escalador o lo parezca, evitamos que una persona se despeñe aguas abajo. A pesar de más de 20 años de auge de los trabajos verticales e implantación de la ley de prevención de riesgos laborales, seguimos teniendo un mercado muchas veces desigual entre sus actores y muchos clientes confundidos con una oferta extensa en la que todos parecen estar a un mismo nivel de rigor y cumplimiento.

Por suerte, mejorar esto está en nuestras manos.

En Descuelgue seguiremos trabajando por que nuestros procedimientos de trabajo sean claros, intuitivos y vayan unidos a la identificación, control y evaluación de los riesgos, a seguir aplicando nuestro estándar de trabajo Anetva con una estructura formativa escalonada en la formación de los equipos, invirtiendo en los mejores equipos de trabajo, la promoción de nuestro personal y sobre todo nuestro tiempo porque Descuelgue lo son sus personas, personas especiales con los que no querría perdonarme que alguno no pudiera estar muchos años después escribiendo, tal vez, un artículo, por no haberme hecho 3 preguntas.